Los economistas hablan con frecuencia de trade-off, es decir de situaciones en las que es preciso elegir entre objetivos contrapuestos (o que parecen tales): por ejemplo, entre eficiencia y euidad distributiva, entre tutelas e incentivos en el mundo laboral, entre riesgos y rendimiento de las inversiones financieras, entre crecimiento económico y calidad del medio ambiente (...) ¡qué trista una vida tejida de trade-off!
Qué comentario más oportuno. Benedicto XVI desde la primera palabra de la encíclica nos convence de que la propuesta cristiana soluciona este dilema
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