Hace tiempo que en las solapas de las novelas, en el párrafito biográfico del autor de turno, no leo eso de "licenciado en Derecho no llegó a ejercer porque se puso a escribir", o "inició los estudios de Derecho en la Universidad Tal, pero abandonó en el momento de iniciar su carrera literaria".
Algo que por cierto me reconfortaba en mi condición de escritor frustrado pero licenciado en Derecho. ¡Ya tenía algo en común con mis autores favoritos!
Ahora me encuentro con "Licenciado en Filología", "Doctor en Filología",... y me imagino unos tipos empollones que se saben todo de todos los autores, pero con esa sabiduría académica que asusta y no invita a participar, sino que te la plantan como una torta en toda la cara.
¿Qué ha pasado? Pienso que para ser escritor antes, mucho antes, hay que ser lector. Y qué mejor carrera que la de Derecho para leer todo lo que no sean los manuales de la carrera.
Pero ahora, ¿es que sólo leen los que estudian filología? Me asusta esta conclusión.
Como contra-argumento se puede decir que Derecho es el cajón de sastre (o desastre) donde se mete todo quisqui que a los 18 añitos no tiene muy claro que hacer con su vida, cosa absolutamente normal. Pero quizá con el paso de los años, los jóvenes ya han ido pensando mejor que querían estudiar algo más divertido.
La situación es grave. Ahora, los autores que últimamente disfruto, que además me sorprende su juventud (en los trentaitantos, grupo en el que me encuentro), todos son filologos. Es una idiotez, pero no me gusta. Me gusta compartir al menos un colectivo con tipos con los que conozco, pero disfruto con sus creaciones.
Algo que por cierto me reconfortaba en mi condición de escritor frustrado pero licenciado en Derecho. ¡Ya tenía algo en común con mis autores favoritos!
Ahora me encuentro con "Licenciado en Filología", "Doctor en Filología",... y me imagino unos tipos empollones que se saben todo de todos los autores, pero con esa sabiduría académica que asusta y no invita a participar, sino que te la plantan como una torta en toda la cara.
¿Qué ha pasado? Pienso que para ser escritor antes, mucho antes, hay que ser lector. Y qué mejor carrera que la de Derecho para leer todo lo que no sean los manuales de la carrera.
Pero ahora, ¿es que sólo leen los que estudian filología? Me asusta esta conclusión.
Como contra-argumento se puede decir que Derecho es el cajón de sastre (o desastre) donde se mete todo quisqui que a los 18 añitos no tiene muy claro que hacer con su vida, cosa absolutamente normal. Pero quizá con el paso de los años, los jóvenes ya han ido pensando mejor que querían estudiar algo más divertido.
La situación es grave. Ahora, los autores que últimamente disfruto, que además me sorprende su juventud (en los trentaitantos, grupo en el que me encuentro), todos son filologos. Es una idiotez, pero no me gusta. Me gusta compartir al menos un colectivo con tipos con los que conozco, pero disfruto con sus creaciones.
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