Lo de que Dios sea uno y trino, no es ninguna cosa sin importancia.
Tenemos un Dios descentrado, que tiene su razón de ser en otro, es Dios Padre, es Dios Hijo, es Dios Espirítu Santo.
Y claro, nosotros, creaturas, hechas a su imagen y semejanza, estamos igual de descentrados. Somos en cuanto el otro. Somos padres, hijos, hermanos, amigos,..., lo importante, y tenemos nuestra razón de ser en los otros. Somos con otros para los demás.
sábado, 13 de junio de 2009
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