Otras veces me da gran pena haber de comer y dormir, y ver que
yo, más que nadie, no lo puedo dejar; hágolo por servir a Dios, y así
se lo ofrezco. Todo el tiempo me parece breve y que me falta para
rezar, porque de estar sola nunca me cansaría. Siempre tengo
deseo de tener tiempo para leer, porque a esto he sido muy
aficionada. Leo muy poco, porque en tomando el libro me recojo en
contentándome, y así se va la lección en oración, y es poco, porque
tengo muchas ocupaciones, y aunque buenas, no me dan el
contento que me daría esto y así ando siempre deseando tiempo, y
esto me hace serme todo desabrido, según creo, ver que no se
hace lo que quiero y deseo.
(Las Relaciones 1.7)