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lunes, 7 de mayo de 2012

Silencio de amor

Phillipe Claudel es un escritor francés (premio Goncourt, por cierto, y en España editado por Salamandra) que además es director y guionista de dos sublimes películas: Hace mucho que te quiero y Silencio de amor.
La primera es una grandísima película, pero de un dramatismo intenso. Y hoy no tengo el cuerpo para eso.
No es el caso de la segunda. Silencio de amor se llama realmente Tous les soleils (todos los soles), pero el distribuidor español ha decidido que la traducción sea Silencio de amor. Esto de cambiarles el título a las películas en España es una práctica habitual, casi folklórica diría, que ha tenido casos como Sonrisas y Lágrimas (The sound of music), o una de Al Pacino que se llamaba Carlito's way y que se transformó en Atrapado por su pasado.
Pero en este caso el cambio de título es idóneo, casi que el autor debería valorar adoptarlo como tal.

En Silencio de amor, Alessandro es un profesor italiano de música barroca que vive en Estrasburgo. Con esta frase ya bastaría para recomendar la película, pero hay más.
El caso es que Alessandro vive con Irina, su hija adolescente de quince años y su hermano que insiste en solicitar el asilo político desde que Berlusconi llegó al poder.
La gran personalidad de Steffano Accorsi (Alessandro) llena la película. Sostiene y se esfuerza en cuidar a su hija y su hermano, disfruta de una preciosa amistad con una simpatica pandilla, en su trabajo es un apasionado que, claro, apasiona a sus almunos, y aún tiene tiempo de participar en una especie de ONG que se dedica a leer novelas y poesías a enfermos de los hospitales, actividad que le procura más amistades muy interesantes.
La clave es que es viudo desde pocos meses después del nacimiento de Irina, y como es normal, recuerda a su mujer, tiene fotos suyas, y durante la película se poner de manifiesto que algún intento de relación sentimental no ha fructificado.
Pero aquí viene el error del distribuidor español de la película, que no estuvo igual de acertado que con lo del título: se empeña en decir en el resumen de la contraportada del dvd que la vida de Alessandro está coja y que estar tan pendiente de su hija y su hermano le impide una vida plena porque no liga, vamos.
Y es que no hace falta insistir, y la película no insiste en que Alessandro se ennovie. Sólo el final abierto permite que el espectador decida, se imagine, haga una lectura creativa.
Insisto  en lo acertado del título porque describe verdaderamente el valor de la película. Se trata de una historia suave, sin alaracas, sin estridencias. Porque el amor verdadero está lleno de silencios. Lo contrario es más propio de comedietas de usar y tirar. En Silencio de amor prima el diálogo. Aún asi Phillipe Claudel, novelista él, no ha descuidado la imagen ni mucho menos:  las localizaciones de la ciudad de Estrasburgo son de una grandísima belleza. Se trata de una película de sentimientos humanos y de propuestas antropológicas. Acompaña mucho la música interpretada por un conjunto de música antigua y las referencias poéticas.
Me alegré tanto de que Boyero y los cursis de cinemanía pusieran a parir esta película, que era una de mis preferidas sin verla.
Silencio de amor es una gran película que, sin moralina, invita a mirar la propia vida con calma.



jueves, 19 de enero de 2012

"El topo" y las víctimas del marketing






Aviso: este post contiene spoilers de la película EL Topo.

Sólo leer si se ha visto.
Mi socia y yo hemos hecho un interesante cambio en los criterios de elección de las películas que vamos a ver al cine. Hemos hecho un recorrido desde "que se vean ciudades europeas y que tenga historia de amor" a "de espías, y cuanto más negra mejor".
Algo lejos de ser un reflejo existencial, sino de haber terminado prácticamente con toda la filmografía de ciudades europeas.
"El topo", una adaptación de una novela de Le Carré, fue una de nuestras últimas visitas al cine.
Seducidos por el cartel, en el que aparece el actor Colin Firth, allá que fuimos.
La trama interesante: en plena guerra fría un agente investiga el caso de un hombre infiltrado en los servicios secretos británicos. Por supuesto es de esas películas que necesitas comentar con alguien la lado para ir atando cabos. ¡Y con paisajes de ciudades europeas! Excelente fotografía. Buenos nombres entre los actores. Magistral Gary Oldman.


Auténticas víctimas del márketing que somos, oiga. El tal Firth, que encarna a un miembro de la cúpula de los servicios secretos británicos, aparece en menos de un tercio de la película. Y claro la pregunta es ineludible ¿por qué? ¿por un simple reclamo comercial? ¿tiene verdadera importancia su personaje en una película que se llama "el topo"? Y si a la anterior pregunta uno acaba respondiendo afirmativamente ¿por qué narices nos lo ponen entonces en el cartel?
El aviso del spoiler que he puesto al principo debería estamparse en los morros de Firth.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Woody Allen, ¡qué decepción!


La paternidad, además de sacos de cosas buenas, me ha traído una obligada ausencia en las salas de cine, que frecuentaba asiduamente en su momento...

Y para alguna ocasión que tenemos mi socia y yo debemos andar con mucho ojo para elegir bien.

Y el otro día no lo hicimos, lo de elegir bien: Conocerás al hombre de tus sueños de Woody Allen.

Parecía una apuesta segura. Bonito cartel. A mí personalmente su obra me gusta, y algunos diálogos de Annie Hall, Play it again Sam, o Manhatan (sobre todo esta cuando alguien habla de Van Gogh) los repito como frases hechas.

Hace unos días Allen se mostraba totalmente escéptico en una entrevista, y especialmente ácido y crítico con la religión. Además se vislumbraba alguien vacío, sin esperanza, y peor aún, un artista sin una propuesta.

El asunto es que Conocerás al hombre de tus sueños, aparece un Allen sarcástico, cínico, y explícito hasta llegar a lo burdo en su crítica a la religión. La historia repite los clichés clásicos: el conjunto de historias, con ciertos puntos en común, pero que muestra fundamentalmente parejas que se rompen, infelicidad, frustración, vacío, y si se atisba algo de felicidad es fruto de una falsa ilusión.

Además es un tramposo, porque empieza y termina la película con una frase: "Como dijo Shakespeare: Todo es ruido y furia, y nada en la vida tiene sentido". ¿Lo dijo Shakespeare o es un diálogo de un personaje de una obra de Shakespeare en un contexto y obra determinado?

Y por último, para animar al lector, considero que es una película insultante, porque la vida tiene sentido, porque el conjunto de historias que muestra, historias cotidianas, historias que nos podrían pasar a cualquiera, sí tienen un sentido. ¿Allen? ¿Por qué no proponer una respuesta? ¡Por lo menos el azar que se propuso en Match Point! ¿O es que es más fácil escurrir el bulto con la careta nihilista?

domingo, 1 de noviembre de 2009

La disponibilidad del que huye de la autoafirmación


Espantados del golazo cultural que nos han colado del Halloween, vergüenza de nuestra identidad, si es que existiera, decidimos terminar el sábado viendo una película italiana: "por favor, una que se vea Roma", dijo Roci antes de elegir el título.
"Vacaciones de ferragosto" fue su elegida, cuyo título original es mucho más adecuado "Pranzo de ferragosto" (hace referencia a la fiesta del 15 de agosto en honor a la Virgen y de fin de las tareas agrícolas).
Gianni es un romano de Trastevere. En este punto dejé de leer el resumen que acompaña cada contraportada de los dvd. Ya me había cautivado. No es lo mismo ser un romano de Trastevere, que un madrileño de Las Rozas. No, no es lo mismo. Y es una gran injusticia. ¡Yo quiero ser un romano de Trastevere!
Como la realidad es testaruda, me conformo con Gianni, que hemos quedado que es un romano de trastevere, que vive en la casa familiar cuidando de su madre, viuda. El casero, al que deben más de una mensualidad, le propone que si se queda con su madre unos días de agosto, le perdona el deshaucio inminente. Pero no sólo es su madre, sino además una tía. El lote completo, al que se suma la madre de un amigo médico, que tiene noches de guardia, y cuya asistenta rumana se ha despedido.
Y esta es la esencia de "Vacaciones de ferragosto", bueno "Pranzo de ferragosto", mejor, que la peli es deliciosa en versión original.
El argumento me parece cautivador. Idea que se reafirma en el tono naturalista de la película. Contiene unos diálogos enternecedores. Pero no está ahí exactamente lo que me atrapó. Está en Gianni. Ahí vemos al bueno de Gianni con cuatro afables viejecitas. ¿Qué coño hace ese tío con ese panorama? ¿Por qué no se echa las manos a la cabeza?
En Gianni se ve alguien lleno de alegría deuteronómica. De él no sabemos mucho. Sí, cuenta su madre que tuvo amistades, pero no llegaron a buen puerto. Es un excelente cocinero, pero no sabemos si ese era su oficio. Pero es alguien con plena disponibilidad. Ante la realidad no huye, no la esquiva. Seguro que desea otra realidad, pero acepta la que tiene como regalo. Y le saca el jugo. Y las conversaciones cotidianas con el Vikingo en la puerta de la bodega se tornan en deliciosas. Y el vino es el mejor, y es un pecado mezclarlo con el agua. Y la pasta al forno está mejor con las indicaciones de la tia María, y...
Lejos, muy lejos está su autoafirmación. Gianni es un ser con otros para los demás.

Pd: este post se lo dedico a mi amiga bloggera Ana, a la que no le gustan que las películas, novelas, y cualquier historia de ficción o no, no contengan una historia de amor. Esta no la tiene, y podría ser una excepción de su regla.

Por qué Ayaan Hirsi Ali se ha convertido

 Artículo de Carl Trueman publicado en El Debate (Traducción de Pablo Velasco) Ayaan Hirsi Ali, ex musulmana y ahora ex atea, ha declarado r...