viernes, 16 de diciembre de 2022

'Diario de un ex': la investigación fenomenológica de un hombre maduro: el dietario de Javier Barraca

Cuentan que Fiodor Dostoyevski confesaba a su hermano en una carta, mientras preparaba Memorias del subsuelo, que confiaba que esa obra sería «algo fuerte y franco. Aunque siente mal, producirá su efecto». Es quizá su obra más breve, en la que en forma de monólogo, un hombre que carece de identidad ni nombre propio (solo sabemos que es funcionario) realiza un camino de sentido y búsqueda de respuestas que siempre conducen a infinitas preguntas.

Esta misma forma ha seguido Javier Barraca con su Dietario de un ex. Una breve obra de autoficción (como él mismo señala) que además ha conseguido el Premio Gravitaciones de Novela Corta de 2021.

El dietario de Barraca nos hace asomarnos al recorrido, «investigación fenomenológica» que hace un hombre maduro que parece que ha llegado a un momento del camino de necesaria parada. ¿Una selva oscura? Podría ser eso que expresa como «un remolino inmenso de absurdos y vacíos», o más adelante como «un páramo, y ese páramo desolador era mi nuda existencia». Nos descubre una serie de hechos que han podido provocar esa situación, todos relacionados con nostalgia por otros.

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miércoles, 23 de noviembre de 2022

Top ten de las mejores chicas... (de las novelas)

CHICAS INTERESANTES EN TU ZONA. Bueno, más bien, en tu estantería. Porque aquí de lo que se trata es de compartir una lista de mujeres de ficción que me resultan especialmente interesantes. Mejor dicho, «personajes de ficción muy bien construidos». Mujeres cuya imagen ha sido ideada, descrita y expresada por el escritor, pero completada por este lector. Porque a saber cómo te imaginas tú a Sonia  Semenovna Marmeládov o a Ana Ozores.


Tampoco quiero que este espacio sea una conversación de barra de bar, consciente de que hay una línea delgada entre la ordinariez y el asombro ante la creación. Por ello, utilizaré un criterio científico gracias a Robertson Davies en Ángeles rebeldes. Esta magnífica novela de campus contiene el desarrollo de «la escala Rushton»:


–Es despampanante ¿verdad? –Dijo Urky a Arthur, pero sin perder de vista a Hollier–. Dígame, por pura curiosidad, ¿en qué lugar de la escala Rushton la situaría?

Nos quedamos todos con cara de pasmo.


–La conocerá, sin duda, ¿no? ¡La que ideó W.A.H. Rushton, el gran matemático de Cambridge! Bueno, consiste en lo siguiente: se reconoce a Elena de Troya como el absoluto de la belleza femenina y sabemos, basándonos en la autoridad de un poeta, que su rostro lanzó mil naves a la mar. Es evidente que «rostro» implica a la mujer completa. Así pues, llamemos Elena al rostro que lanza mil naves a la mar, pero, ¿qué es el rostro que sólo lanza una? Evidentemente, un milielena. Entre esos dos rostros, tiene que haber una escala para todos los demás que aspiren a la belleza en la medida que sea. Garbo, pongamos por caso: 750 milielenas, probablemente, porque, a pesar de la exquisitez del rostro, es ceceña de figura y tiene los pies grandes. Sin embargo, María me ha parecido una maravilla en todos los aspectos que he tenido el placer de observarla, y está claro que no se viste para esconder defectos. Así pues, ¿qué decimos? Por mi parte, daría a María 850 milielenas. ¿Alguien da más? ¿qué dice usted Arthur?



–Yo diría que es amiga mía y que no tengo por costumbre poner nota a mis amistades–Dijo Arthur.


–¡Oh Arthur, qué insulso! No hay que pisotear el nombre de las señoras, ¿eh?

–Llámelo como guste –dijo Arthur–. Sencillamente me parece que hay una diferencia entre una estatua y una mujer a la que conozco personalmente.

– ¡Y vive la différence!– exclamó Urky. 


Una vez que hemos acordado la unidad de medida, vamos con el top ten:


1. El número uno indiscutible es para María Magdalena Theotoky, la interesantísima estudiante de doctorado de Ángeles rebeldes de Robertson Davies (Libros del Asteroide). Mantiene una apasionante batalla interior entre su origen (su raíz) y lo que anhela ser (su copa). «¿Ah, qué joya de nombre!¡una flor en la boca!».  Ya hemos visto que Urky le daría 850 milielenas, pero Arthur, que está perdidamente enamorado de ella, no dudaría en 1 Elena.

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martes, 13 de septiembre de 2022

¡Que vivan las peñas de mi pueblo! La fiesta es un escándalo en nuestra utilitarista época

 Los hay de varios tipos. Priman los que quieren mostrar su matriz común, aquello que les une: Los toreros, El cerdo, Asociación taurina, Peña (y aquí iría el equipo de fútbol de turno, casi siempre el Madrid); están también los juegos y chistes que harían enloquecer a un filólogo: Los Q3, Cacho qué tío, La mosca gao, Los taitantos, OK operación kubata… ; o los que hacen referencia a algún tipo de toponimia del lugar, al lugar de encuentro habitual o a su calle: La peña del poyo, Los sairenet… ; también aquellos que faltos de creatividad tiraron por la calle de en medio: Los sinnombre, Las anónimas…

Desde el 15 de agosto hasta casi entrar en octubre por toda Castilla uno se empieza a encontrar a grupos con camisetas y sudaderas serigrafiadas por un amateur del diseño celebrando las fiestas de la Virgen Patrona de su correspondiente pueblo. En el norte tienen las «cuadrillas» y en el sur las «reuniones», pero en Castilla el elemento de vínculo son las peñas, y más cuando se trata de festejar, de gastar inútilmente.

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jueves, 28 de julio de 2022

Gistau, Jabois, Jiménez Torres, Contreras Espuny y Marqués, padres primerizos

 Nada. Que no hay manera. Seguimos sin hacer caso a Gregorio Luri. Y mira que él sigue y sigue repitiendo. Hasta lo ha dejado por escrito en Elogio de las familias sensatamente imperfectas: Hay que tener el segundo hijo antes que el primero. Así uno se libra de todas las meteduras de pata, miedos y momentos ridículos que puede protagonizar. Así uno ya sabe que el chupete no hace falta hervirlo varias veces y sumergirlo en una urna con una pastilla efervescente, porque con una pasadita con la manga es suficiente (eso si hay más de dos testigos).

Y en esto, amigos, las féminas nos llevan toda la ventaja. La mejor imagen sobre la manera en que el varón recibe al primer hijo la dio el cineasta Daniel Burman: mientras que la madre coloca los brazos de forma natural y automática en una posición de cuna ideal para el bebé, al padre se le reconoce por cogerle de la misma manera en la que sostendría una hamburguesa XXL chorreante de kétchup y mostaza.


Así que me he ido a algunos autores de mi generación y he querido recopilar unas cuantas lecturas dirigidas a los padres primerizos, para que aquel “mal de muchos” se traduzca en algo más que un consuelo para esas primeras horas de desconcierto.


¿Pero acaso es que existe una vocación de padre? Miren, como mucho, la de marido. Cuando alguien por la calle me ve con mi familia y me pregunta “¡Qué bueno!, a ti te tienen que gustar mucho los niños”. “No mire, a mí la que me gusta es mi mujer”.


Ya lo cuenta muy bien José María Contreras Espuny en su Confesiones de un padre sin vocación (Homo Legens): “Tener hijos te divide, te fragmenta, te desgaja, te posterga. Te regala un palacio de infinitas habitaciones para, acto seguido, ponerte en la obligación de amueblarlo. Y uno no lo amuebla risueño, cantando por lo bajini y agradecido a Dios el don de los hijos, sino sulfurándose por minutos, con los átomos tirantes y a un grado de la ebullición”. Pero como le hicieron ver sus propios padres (aunque de esto uno se da cuenta por lo menos bien entrada la segunda parte del partido) “la única forma de salvar la vida es dilapidándola”.


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martes, 26 de julio de 2022

Asunto: Carta para un retiro de Emaús

 No sé si les ha pasado. Llega un WhatsApp o un e-mail que dice algo así: XX [nombre de un amigo] asistirá a un Retiro. Durante el mismo, en un momento importante para él, nos gustaría que pueda recibir una serie de cartas personales de familiares y amigos. Por ello hemos pensado que le encantaría recibir unas líneas de tu parte, como persona más próxima a él, y además te pedimos por favor que animes a otras personas que tú sepas que son importantes para él a que también le escriban. Serán cartas personales, que van a ser leídas por él en un momento de intimidad. Será una sorpresa, no le debes decir nada.

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miércoles, 6 de julio de 2022

Dayyénu, ¡nos habría bastado!

Hace apenas unos días presenciaba el paso del Cachorro por el puente de Triana. Con emoción recordaba los versos del poeta Aquilino Duque, que ya contempla cara a cara a la Verdad: «Quién pudo hacer que el último suspiro/ de tus labios se dé a cada momento,/ desde no sé qué siglos hasta ahora,/ hasta ahora, para ir diciendo al mundo,/ para ir diciendo al tiempo: Así se muere./ Así mueren los Hombres». Y allí, plantado con mi alma castellana, esa que dicen recia y seria, exclamé un «¡nos habría bastado!», al modo de nuestros hermanos mayores, o quizá padres en la fe que son el pueblo judío.

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martes, 11 de enero de 2022

Una narración mayor

 Hace unas pocas semanas recibí un regalo inesperado. Tiempo. Un amigo me había invitado a ir a la exposición Tornaviaje en el Museo del Prado. Este amigo me recibió en la entrada, pero no podía acompañarme porque debía solucionar unos asuntos de su trabajo. Por tanto, no tenía más remedio que dedicar toda una hora para ver la exposición. Entiendan que, para un padre de familia, eso es un regalo inesperado.

La exposición responde a su título como viaje de regreso a la Península, como un hecho que nos permite valorar las aportaciones artísticas de América a España y por extensión a Europa. Se puede ver hasta el 13 de febrero de este año.

Me detuve un buen rato en un cuadro de la Virgen que me resultaba familiar. El rostro de una moreneta con una aureola reconocible. Era la Virgen de Atocha, la de mi barrio, pero desde una perspectiva diferente. Además de ser un cuadro y no una escultura. En ese momento pensé en aquel que marchó a América hace unos cientos de años y al llegar describió esa advocación, la de su barrio, para que un artista reprodujera a la Virgen que reina en la casa de los dominicos en Madrid.

En estas Navidades pasadas hemos visto por las calles de toda España la felicitación de la ACdP. Ya saben, esa que decía «Solo un nacimiento ha cambiado el rumbo de la Historia y no es el tuyo. Feliz Navidad».

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viernes, 10 de diciembre de 2021

Dos lecturas de este año: "La edad de las nueces" y "Más que juntos"

 Con razón la religión que da culto a la Palabra hecha carne muestra su sorprendente novedad en la elocuencia de las palabras que utiliza, en el vocabulario de la fe. Prueba de esta originalidad la da José María Sánchez Galera, en su estupendo La edad de las nueces: los niños en el imperio romano (Ediciones Encuentro), donde nos recuerda que la ternura apareció como aporte original del cristianismo en la literatura, con aires nuevos y una atención emocional a la infancia, a los desvalidos.

Tiene la ternura un protagonismo precioso en la propuesta cristiana del matrimonio. María Álvarez de las Asturias y Lucía Martínez Alcalde la subrayan en Más que juntos: cómo disfrutar del matrimonio desde el sí quiero (Ediciones Palabra). Lo hacen además en el capítulo dedicado a las relaciones matrimoniales, aspecto que suele ser motivo de incomprensiones y distancias. Ternura se contrapone a brusquedad. La ternura no son solo caricias: son modos de decir, es un tono de voz, es bloquear cualquier gesto brusco fruto de nuestra impaciencia, cansancio, susceptibilidad… Acuden a san Juan Pablo II, que afirmaba que la esencia de la ternura consiste en una tendencia a hacer suyos los estados del alma de otro. Esta tendencia se manifiesta en el exterior, porque se siente la necesidad de señalar al otro yo, que uno se toma en serio lo que el otro está viviendo. 

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viernes, 26 de noviembre de 2021

Entre los bastidores de las aventuras de Tintín


 

En las primeras páginas de este libro, los editores nos cuentan que el texto forma parte de un ciclo de conferencias infantiles organizadas por Gilbert Tsaï e inspiradas en un ciclo radiofónico de los años 30 que concibió Walter Benjamin. Tenían como objetivo «alumbrar y despertar». Y claro, uno se echa a temblar porque desgraciadamente suele ocurrir que lo que se organiza para «un público infantil» acaba en una demostración de diminutivos, edulcoraciones, y falsedades, que toman por tontos a ese mismo público, que precisamente de eso no tienen nada.

Aún más precauciones le asaltan a uno si encima el tema a tratar es Tintín, la obra de Hergé, cuya nota más característica (y ahí está el éxito que tiene generación tras generación) está en que es entretenido, no en ser adecuado o no para el público infantil. De hecho, la revista Tintín indicaba en su portada que se dirigía a lectores de 7 a 77 años, en una genial forma de eludir esa práctica de clasificar libros según grupos de edad y que, como diría C. S. Lewis, es un método que sólo «permite ordenar de algún modo el material para uso de maestros y bibliotecarios y para la publicidad de las editoriales. Y ni siquiera para eso es apropiado».

Pues bien, les debo confesar que Peeters, novelista francés con bastante obra teórica sobre Hergé, sale airoso, con alguna pega, y presenta así un buen pórtico de entrada para neófitos de la tintinofilia. Perfectamente se puede poner en el anaquel junto a los imprescindibles Conversaciones con Hergé de Numa Sadoul, Abecedario de Tintín: anatomía de un personaje universal de Joan Manuel Soldevilla, y Tintín-Hergé de Fernando Castillo.

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martes, 16 de noviembre de 2021

Generación ofendida: de la policía cultural a la policía del pensamiento. Caroline Fourest



Hace unas semanas, el profesor Higinio Marín contaba que en la antigua Grecia había una palabra para el que no podía tomar la palabra en público: idiota. No era tanto el que tiene una tara psicológica, sino una tara política. El que no tiene nada que decir o, todavía peor, el que cuando habla lo hace sin voz propia, como parte de un coro. En la sociedad contemporánea tenemos ese riesgo: una opresiva domesticación mediática de las opiniones. Opiniones dominantes que van a convertir el mundo en una monocromía. Es el ambiente que describen palabras como «corrección política», «cultura woke» o «política identitaria». Corrientes que, como afirmaba monseñor Horacio Gómez, obispo de Los Ángeles, en la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública (que se celebra estos días y que precisamente tratará este tema), son una suerte de pseudoreligiones que han venido a rivalizar y querer reemplazar las creencias cristianas tradicionales. Se trata de corrientes que pueden hacer inhóspito el espacio público porque lo niegan de raíz. Niegan todo tipo de vínculo más allá de compartir un color de piel o una posición en la sociedad.


miércoles, 3 de noviembre de 2021

La infancia espiritual del poeta


 «Poner pie en pared», «fuego de campamento guerrillero», son algunas de las locuaces expresiones de Ricardo Calleja en sus habituales artículos en prensa. En ellos comprobamos que tiene una especial virtud para nombrar y para narrar. Ahora, como ha confesado, por admiración y por necesidad, debuta en la poesía. Demuestra que conoce el terreno. Armando Pego nos decía hace unos días en El Debate de Hoy que es un buen lector. No nos sorprende encontrar haikus, sonetos, rima consonante, rima asonante, rima libre, canciones, tipografías poéticas (genial ese «m i n u c i o s a m e n t e» en «Rostro»)…

La virtud antes aludida la comprobamos de nuevo en el título de su primer poemario: Lugares comunes (Ediciones Vitruvio), jugando con el doble sentido de común: compartido y habitual. Ángel Ruiz señala en una reseña de su blog que el poeta entra en campos ya trillados. Pero no por ello dejan de ser fundamentales. Una muestra más de que la apuesta del hombre es por la eternidad. El constante empuje de la poesía a pesar del horror, del absurdo, de la muerte…

«Cuando estoy en Tu Presencia / –que me pone escamas en los ojos / pero no me hace caer de mis caballos / de Troya camino de Damasco– / apenas te sostengo la mirada» («Tu mirá»).

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Por qué Ayaan Hirsi Ali se ha convertido

 Artículo de Carl Trueman publicado en El Debate (Traducción de Pablo Velasco) Ayaan Hirsi Ali, ex musulmana y ahora ex atea, ha declarado r...