Me lo descubre Rogelio Rovira en una conferencia que ha impartido en el Congreso Internacional sobre Novela Policíaca que se celebró la semana pasada en el CEU.
Holmes en el relato "El tratado naval", abre una ventana, coge una flor y dice:
“No hay nada en lo que la deducción sea tan necesaria como en la religión –dijo, recostándose en las contraventanas–. El razonador puede construirla como una ciencia exacta. Me parece que nuestra suprema confianza en la bondad de la Providencia descansa en las flores. Todas las demás cosas, nuestras facultades, nuestros deseos, nuestro alimento, todos son realmente necesarios para nuestra existencia en primera instancia. Pero esta rosa es algo por añadidura. Su aroma y su color son un embellecimiento de la vida, no una condición de ella. Es solo la bondad la que da algo por añadidura y por eso, repito, tenemos mucho que esperar de las flores”.
Así, con estas palabras del que acusan de frío materialista, comenzamos este miércoles de ceniza. Como dice el profesor Rovira, con estas palabras que nos recuerdan "el testimonio del amor, de la absoluta bondad con que nos trata quien ha hecho el cielo y la tierra y nos ha puesto en la existencia". Entones habrá que imitar al observador Holmes en esto de ir por la vida con los ojos bien abiertos a los detalles.
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