Para que exista la fiesta lo único necesario es algo que celebrar. ¿Existe tal cosa en nuestros días?
Si se pierden las raíces de la cultura la dimensión de lo festivo se empobrece o llega a anularse. Si cada fin de semana convierte la alegría del descanso en una orgía, es difícil que se encuentren motivos para celebrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario