viernes, 9 de junio de 2017

Un ejercicio de obediencia

Este texto sobre el poeta Daniel Faria lo escribí hace casi un año. Hoy, en nueva edición de la Feria del Libro de Madrid, he vuelto a charlar con Rita en la caseta de Sígueme, y de nuevo hemos vuelto sobre el poeta. Además, Eduardo, editor de Sígueme, impartió una magistral ponencia en el pabellón central de la Feria.

Un ejercicio de obediencia

«¡Y eso que nosotros no editamos poesía!» La editora de Sígueme se mostró así de tajante cuando me detuve a charlar con ella en su caseta de la Feria del Libro. «Pero con Daniel Faria hemos tenido que hacer una excepción, y hemos publicado sus tres libros», continuó.

Con la misma pasión me señaló que Daniel Augusto da Cunha Faria era una de las voces más prometedoras de la poesía portuguesa. Que ya había sido incluido en antologías entre los destacados del final del siglo XX. Daniel Faria, como firmaba los libros, sintió pronto su vocación religiosa. Tras cursar Teología en la Universidad Católica Portuguesa, y Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad de Oporto, en otoño de 1997, con apenas 26 años, ingresó como postulante en el monasterio benedictino de San Bento da Vitória, que depende del monasterio de Singeverga. Un año después iniciaba el noviciado. El 9 de junio de 1999 el joven poeta sufrió un accidente doméstico y marchó a la Casa del Padre. «Vaya… un benedictino que escribe poesía y muere joven, ¡interesante!», me dije.

La editora puso un libro en mis manos, Hombres que son como lugares mal situados. ¡Menudo título! Una invitación irresistible. Convencido de haber hecho un gran hallazgo caigo en la cuenta, mientras buceo en internet, de que son muchos los admiradores de Faria, aunque existe poca información sobre él. Apenas una entrevista y un bellísimo discurso titulado Autorretrato del joven artista (quizá haciendo un guiño a Joyce) que impartió un año antes de su muerte en la Asociación de Periodistas y Hombres de Letras de Oporto. Precisamente en ese discurso planteaba algunas líneas maestras de su poesía.

Desde su maravillosa juventud podemos descubrir una poesía de tono meditativo y profundo, casi himnos. Ejemplo de ello es Elogio de la mujer: «El corazón de la mujer es alto/ pero no solo por eso la mujer oscila/ ella es como el navío mercante/ que llega cargado de grano», o los versos que abren la parte titulada Para el instrumento difícil del silencio: «Sé que existes y multiplicarás/ Tu falta./ Sumaré tu ausencia a mi escucha/ y tú redoblarás mi vida». Daniel Faria afirmaba de su libro, con humildad y con la clarividencia del que sabe que nadie crea nada de cero, que «no sé muy bien cómo los compuse [los poemas de ese libro]; fueron escritos cuando iba a entrar en el monasterio, y me hallaba como en estado de gracia absoluto. Sentí entonces que los poemas se nos dan. Construirlos es un ejercicio de obediencia».

viernes, 26 de mayo de 2017

Una novela pascual

Hace ya unos años, a las facultades de las universidades de Madrid llegaba una revista que se llamaba Calibán. Era una revista cultural, editada por la archidiócesis de Madrid, que tenía una especial virtud: provocaba diálogos interesantísimos entre sus lectores y suponía un lugar de encuentro. Entre los nombres de los que componían la redacción estaban Javier Alonso o Juan Manuel de Prada, pero yo recuerdo especialmente los artículos de Eva Latonda. Después he podido conocer los distintos proyectos creativos y culturales que ha llevado a cabo. Y este año nos hemos encontrado con una gran sorpresa: su primera novela. Se titula Misalgar y la ha publicado la sugerente editorial Renacimiento.
Un primer vistazo puede concluir que estamos ante una nueva novela dentro de esta ola de revivals, qué pasó con, o yo también sobreviví a la EGB que muestran un exceso de nostalgia. Pero eso supondría reducir una profundísima historia. Es cierto que Misalgar es un regreso a la infancia, en lo que podría ser una suerte de autobiografía de la autora o quizá su autoficción, es decir, la plasmación de las cuestiones que le importan. Pero además, Latonda muestra de modo magistral cómo el camino a lo universal empieza en lo personal. Confieso que me he sentido personalmente aludido con su historia. Y me he encontrado profundamente conmovido.
Señala la autora una delicada distancia entre la nostalgia y el enraizamiento. Cuando recuerda las voces, pasos, risas, sueños del pasado y de los que nos rodearon, afirma que «es una sensación poderosa y, al mismo tiempo, efímera. Pero no es un sentimiento de nostalgia, porque la añoranza es rescoldo de debilidad. La mía es más bien una sensación de enraizamiento». Eso sí, Eva Latonda muestra una grandísima delicadeza al plantearnos también un sentido precioso de nostalgia: dónde nos detenemos para volver a estar con los que marcharon.
Ahora bien, lo que es verdaderamente esta novela es pascual. No solo porque en la historia dos signos pascuales como son el agua y el fuego tengan una especial presencia. En un mundo en tinieblas, en el que la oscuridad no nos permite fiarnos del que tenemos al lado. En un mundo en el que nos hemos llenado de expectativas, qué bien nos viene que alguien nos hable de Esperanza, con E mayúscula, de lo que Eva llama El campo triunfante.

viernes, 19 de mayo de 2017

La certeza

Hace unas semanas El País se preguntaba por qué a los filósofos nadie les quiere. La cuestión la provocaba el descrédito creciente de las humanidades en los planes de estudio. Pero queda latente el engaño que sufrimos cuando no vivimos con una actitud justa las cosas, cuando no nos damos cuenta de que todas llevan escrito más allá. Así los filósofos terminan resultándonos fatigosos. Y utilizamos filósofo para todo aquel que echa parrafadas con cierto aire new age, en vez de para aquel que nos recuerda que nuestro corazón está hecho para el infinito.
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lunes, 24 de abril de 2017

Un modelo de gestión

Fabrice Hadjadj, en ¿Qué es una familia? recoge una definición maravillosa de "gestión", esa palabreja de la que se dicen tantas cosas y de las que huyen despavoridos algunos amigos de la docencia universitaria (y para ellos va dedicada esta cita):

El hacer más elevado está en un hacer sitio, en un permitir advenir, y no en un dominio total, o que la "gestión", como se suele decir, más elevada es hacer gestos que dispongan un espacio para que el otro pueda fructificar en su misma alteridad. 

viernes, 17 de marzo de 2017

Reloj de arena y Howard Hawks

Dice un verso de L.A. Cuenca eso de que «Tienes un cuerpo de reloj de arena y un alma de película de Hawks.».
Escuché al poeta referirse a este verso para explicar qué es un alma hawksiana (porque lo del reloj de arena parece que nos podemos hacer una idea): Una mujer divertida, alegre, tierna, inteligente, y huidiza... porque se valora a sí misma.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Sherlock sobre la providencia

Me lo descubre Rogelio Rovira en una conferencia que ha impartido en el Congreso Internacional sobre Novela Policíaca que se celebró la semana pasada en el CEU.
Holmes en el relato "El tratado naval", abre una ventana, coge una flor y dice:

“No hay nada en lo que la deducción sea tan necesaria como en la religión –dijo, recostándose en las contraventanas–. El razonador puede construirla como una ciencia exacta. Me parece que nuestra suprema confianza en la bondad de la Providencia descansa en las flores. Todas las demás cosas, nuestras facultades, nuestros deseos, nuestro alimento, todos son realmente necesarios para nuestra existencia en primera instancia. Pero esta rosa es algo por añadidura. Su aroma y su color son un embellecimiento de la vida, no una condición de ella. Es solo la bondad la que da algo por añadidura y por eso, repito, tenemos mucho que esperar de las flores”.

Así, con estas palabras del que acusan de frío materialista, comenzamos este miércoles de ceniza. Como dice el profesor Rovira, con estas palabras que nos recuerdan "el testimonio del amor, de la absoluta bondad con que nos trata quien ha hecho el cielo y la tierra y nos ha puesto en la existencia". Entones habrá que imitar al observador Holmes en esto de ir por la vida con los ojos bien abiertos a los detalles. 

lunes, 20 de febrero de 2017

Leer poesía hoy

Dice Enrique García-Maiquez en  Palomas y serpientes: "Qué ilusos los que decimos que, como ahora hay poco tiempo para leer, la poesía tiene una oportunidad. Es como decir que, ya que apenas hay tiempo para hacer deporte, nos vamos a hacer todos velocistas".
Masticaba este aforismo cuando surgió la conversación con Fernando Lostao (Fundación Cultural Herrera Oria) sobre la poesía, sobre su lectura hoy, sobre su "salud". Comentaba con él que en este tiempo donde se premia la velocidad, el tiempo, el que sale perjudicado es el espacio. Nos abrazamos a lo virtual con la ilusión de ahorrar tiempo, y hemos comprobado que desaparecen los lugares para el encuentro.
Siguiendo este hilo hemos organizado entre la Fundación, la ACdP y CEU Ediciones este coloquio/recital poético en la librería de nuestros amigos de Espacio UNE, con Luis Alberto de Cuenca, Nacho Escuín, y Álvaro Petit, para preguntarnos si hay espacio hoy para la poesía.
La faena a Dante es culpa mía

martes, 7 de febrero de 2017

¿Quién es el tercero que camina siempre a tu lado?/ Si cuento, solo estamos tú y yo juntos

Alguien de quien me fio mucho me recomendó leer un librito titulado Elogio de la vida imperfecta de Paolo Squizzato Lejos de provocar en mí suspicacia hacia esa persona, he podido leer con mucho interés esta obra que gira sobre la idea de que la perfección ("la hermana viciada de la muerte", según Bobin)es lo más alejado a la santidad .
En unas de sus páginas comenta la historia de Gedeón (Jueces 6). Gedeón es el último de su familia y su familia la última de su pueblo. Y Dios hace surgir en él una vocación: librar a su pueblo de los madianitas. La reacción de Gedeón esconde la poca estima que se tiene: "¿Cómo salvaré yo a Israel? ¿quién soy yo?". Entonces Squizzato se detiene en las palabras concretas de la Escritura: "Dios no dice 've con mi fuera', sino 've con la fuerza que tienes'. Es una bellísima expresión. (...) Dios pone a Gedeón frente a la realidad de su propia fuerza. Cada uno, por muy frágil y débil que sea tiene algo en sí por lo que Dios está apostando. (...) Dios actua en nuestra acción. No nos sustituye. Tiene un grandísimo y esencial respeto por nuestra libertad".
Dios no nos transforma la vida, sino que está con nosotros.

***

En el verso 360 y ss. de La Tierra Baldía, Eliot escribe: "¿Quién es el tercero que camina siempre a tu lado?/ Si cuento, solo estamos tú y yo juntos/ pero cuando levanto la vista al camino blanco/ siempre hay otro caminando a tu lado/ escabulléndose envuelto en un manto marrón,/lleva capucha y no sé si es hombre o mujer/ -pero ¿quién es ese a tu otro lado?"
En las notas de la edición de Andreu Jaume en Lumen dice sobre estos versos: "Muy ociosamente, Eliot comenta que la imagen podría haber surgido del relato de una de las expediciones de sir Ernest Shackelton (1874-1922), un explorador cuyo tercer intento de cruzar el Antártico a bordo del Endurance terminó en una odisea que les llevó a encallar en el hielo y a volver con sus hombres a pie durante dos años".

lunes, 9 de enero de 2017

Entender un chiste en otro idioma

Ay, ay. Me topé con este aforismo de Enrique García-Maíquez en Palomas y serpientes y temí por mi gusto poético al traducir libremente poetas extranjeros:

La sorpresa de entender un chiste en otro idioma nos lo hace muchísimo más gracioso de lo que en realidad es. 
Cuidado, que eso pasa con determinadas poéticas.

El consejo es buenísimo para, por ejemplo, no creerse que uno ha descubierto a genios nunca antes conocidos por otros lectores.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Pals battalions

Charles Hamilton Sorley
Hace unos días escuchaba la historia de los "pals battalions" en la I Guerra Mundial (la última del entusiasmo, le dicen).
En uno de esos pals battalions formó J.R.R. Tolkien.
En el Somme se encontraban esos batallones formados por compañeros, por camaradas, por amigos de toda la vida, del mismo pueblo. Los primeros minutos fueron un infierno. Pero ¿qué hizo que los soldados continuaran saliendo de las trincheras, si sabían la suerte que habían corrido compañeros? Precisamente el hecho de ser "pals", precisamente porque sus "pals" les necesitaban.
Hoy me he topado con un poema: When you see millions of the mouthless dead. Es de Charles Sorley, jovencísimo poeta escocés, que perdió la vida en la batalla de Loos. En su segundo verso me encuentro los "pale battalions". "Pals" suena parecido a "pale". Aquellos "pals" llenos de entusiasmo, se convierten ahora en mudos "pales", en un poema lleno de desesperanza.

Se me escapa una oración: "Señor, no permitas que mis pals se conviertan en pales"

When You See Millions of the Mouthless Dead
BY CHARLES HAMILTON SORLEY

When you see millions of the mouthless dead
Across your dreams in pale battalions go,
Say not soft things as other men have said,
That you'll remember. For you need not so.
Give them not praise. For, deaf, how should they know
It is not curses heaped on each gashed head?
Nor tears. Their blind eyes see not your tears flow.
Nor honour. It is easy to be dead.
Say only this, “They are dead.” Then add thereto,
“Yet many a better one has died before.”
Then, scanning all the o'ercrowded mass, should you
Perceive one face that you loved heretofore,
It is a spook. None wears the face you knew.
Great death has made all his for evermore.

Cuando veas millones de los muertos mudos /en tus sueños en pálidos batallones,/ no pronuncies palabras suaves como otros hombres recuerdas que hicieron,/ pues no necesitas hacerlo./ No les regales elogios ¿cómo los sordos pueden saber/ que no son maldiciones las que se amontonan en sus cabezas fracturadas?/ Ni tampoco lágrimas,/ sus ojos ciegos no ven tu llanto./ Ni honor. /Es fácil estar muerto./ Sólo dí esto, "Ellos están muertos". Y luego añade, /"Muchos mejores han muerto antes"./ Entonces, observa la multitud prieta,/ reconocerás un rostro que amaste,/ es una sombra. Nadie porta aquel rostro que conoces./ La Gran muerte lo ha hecho para siempre.


Por qué Ayaan Hirsi Ali se ha convertido

 Artículo de Carl Trueman publicado en El Debate (Traducción de Pablo Velasco) Ayaan Hirsi Ali, ex musulmana y ahora ex atea, ha declarado r...